Cómo recoger agua de lluvia para regar

Cómo regar con agua de lluvia

Cuando empiezas a cuidar un huerto o jardín, hay una pregunta que aparece tarde o temprano: ¿se puede regar con agua de lluvia? No solo se puede: es una de las formas más lógicas y sostenibles de cuidar tus plantas, sobre todo si tienes temporadas secas o quieres reducir el uso de agua potable.

En este artículo quiero contarte mi experiencia personal, cómo recolectarla y qué herramientas facilitan el proceso si quieres dar el salto y empezar a aprovechar el agua que cae del cielo ¡gratis!

¿Por qué regar con agua de lluvia?

El agua de lluvia es, probablemente, el mejor riego que puedes ofrecer a tus plantas. No contiene cloro, ni cal, ni otros minerales que a veces se acumulan en el suelo con el tiempo. Es un agua blanda, ligeramente ácida y si eres observador, habrás notado el cambio que dan tus plantas de exterior después de unos días de lluvia, ¿verdad? 

Pero además de ser mejor para las plantas, también lo es para el bolsillo. Recolectar agua de lluvia supone un ahorro considerable, especialmente durante el verano, si riegas a menudo o si tienes un huerto urbano donde cada litro cuenta. 

¿Es legal recoger agua de lluvia?

Esta es una duda bastante habitual, y tiene sentido formularla. En España es legal recoger agua de lluvia para uso particular (como por ejemplo, regar el jardín), siempre que no alteres cauces públicos ni afectes al dominio hídrico general. Puedes consultar la normativa vigente (UNE-EN 16941-1:2024) aunque resumiéndolo (y siempre que recojas agua para autoconsumo dentro de tu propiedad), puedes instalar depósitos, canaletas y filtros sin problema. Si vives en un piso, cúrate en salud y consulta la normativa de tu comunidad de vecinos.

Cómo recolectar agua de lluvia de forma sencilla y segura

Recolectar agua no es complicado, pero sí hay algunos detalles que conviene tener en cuenta. Lo ideal es instalar un sistema conectado a la bajante de un tejado, con un filtro que impida la entrada de hojas o insectos. A partir de ahí, puedes derivarla a un depósito cerrado para que se conserve bien y evitar que se evapore o se contamine.

Los depósitos pueden ser tan simples como un bidón con tapa o tan sofisticados como un sistema subterráneo con bomba integrada. Dependerá del espacio que tengas y de cuánta agua quieras guardar.

Aprovechar el agua de lluvia: mi experiencia particular

Llevo muchos años recogiendo agua de lluvia para regar y lo primero que quiero contarte es que puedes ir mejorando el sistema poco a poco, como he hecho yo.
Todo empezó cuando mi padre (que había sido albañil), colocó en el huerto unos cuantos depósitos que había usado en la obra y que guardaba en el garaje. Era una primavera muy lluviosa y lo más lógico era aprovechar el agua que caía para regar. No los conectamos entre ellos, no recogían el agua de ningún canalón. Simplemente, almacenaban el agua que les caía encima. Cuando teníamos que regar, metíamos la regadera dentro y esperábamos a que se llenara.

Mi padre no conservaba las tapas de depósitos, así que con la llegada del verano, empezamos a taparlos para que no se convirtieran en un criadero de mosquitos. Lo más sencillo es usar una bolsa de plástico y amarrarla al perímetro de la apertura superior. ¿Cutre? Si, pero práctico.
En ese momento del año, las plantas son mucho más exigentes en riego y pensé que sería buena idea ponerles un grifo y adecentar el sistema. 

Cómo unir los bidones de recogida de agua pluvial

Aproveché un día de limpieza exhaustiva (ya sabes, los huertos y los garajes están siempre llenos de trastos) y me dí cuenta de que el hueco de la escalera era perfecto para colocar los bidones. Así que ese verano me decidí a unir los bidones entre ellos. Después de ver varios vídeos en YouTube y tomar medidas, acabé comprando unas piezas que se llaman racor o pasacascos y que sirven para unir los bidones entre sí. 

Utilicé una broca de pala para perforar los bidones en la parte baja. El motivo era simple: si colocaba un bidón al lado del otro, las paredes más cercanas a la base se tocaban entre sí y de este modo, podía colocar cuatro bidones juntos en el espacio del hueco de la escalera. Si por la ubicación necesitas unir los bidones usando una manguera, asegúrate de comprar un racor del diámetro apropiado. En mi caso, no fue necesario.

Me sobraba un bidón, que fue el que coloqué delante de los demás para (en un futuro), conectarlo directamente a la bajante del tejadillo. En ese momento, usamos un simple tubo de PVC que derivaba el agua del tejadillo al depósito cuando llovía. Ese depósito es el que puedes ver en mis fotos y vídeos porque es el único que tiene grifo.

Instalarlo fue de lo más fácil. Asegúrate de comprar las arandelas necesarias para sujetarlo al interior del bidón y si es posible, compra un grifo de jardín. Tienen una rosca que te permitirá conectar una manguera o incluso un programador de riego por goteo. Y si puedes elevar los bidones, podrás aprovechar la presión que generan para regar sin problemas. 

Conectar los depósitos a la bajante del tejado

Conector del bajante del tejadillo hasta el depósito

Mi padre es de los que guarda mil cosas por si acaso, y yo no soy una excepción. Así que aprovechamos todo lo que teníamos para dirigir el agua del tejadillo hacia los depósitos. Eso sí, tuvimos que comprar un par de cosas: un canalón que instalamos a lo largo del tejadillo para recoger el agua y una pieza especial para el bajante. Esta pieza actúa como filtro y deriva el agua directamente hasta el bidón principal. Es fácil de instalar y se fabrica en distintos diámetros para que puedas elegir el que mejor se adapte al de tus bajantes.

Conectar una manguera de riego a los bidones de recogida de agua

La guinda del pastel ha llegado este año, y es una bomba a batería para depósitos a la que puedo conectar la manguera. Sí, puedo usar el grifo para llenar las regaderas, pero no te voy a engañar: es lento. Y ya sabemos la cantidad de agua que se necesita para regar.
El modelo elegido es el 2000/2 18V P4A de la marca Gardena. Ya tenía una bomba de aguas limpias de la misma marca que utilizo para vaciar la piscina portátil que funciona perfectamente, pero no me sirve para los bidones.

Este modelo está pensado específicamente para utilizarlo en depósitos y así regar con manguera o aspersores. Y lo mejor es que:

  • Funciona con batería recargable, así que no necesitarás enchufes ni cables por el jardín.
  • Puedes ajustar el caudal en tres niveles y regular el paso del agua con una válvula integrada.
  • Tiene un temporizador incorporado (de 5, 10 o 15 minutos), perfecto si quieres dejar que riegue sola mientras tú haces otra cosa.
  • El tubo telescópico se adapta a cualquier depósito y hace que la bomba sea fácil de transportar.
  • Es resistente al agua y al uso en exteriores, y cuenta con un sistema de seguridad que la detiene si se queda sin agua.

En resumen: te ahorra tiempo, esfuerzo y hace que regar con el agua de lluvia sea igual que usar la del grifo, pero sin desperdiciar agua potable.

Bomba de riego para depósitos (a batería)

Además (y lo más importante para mi), la batería me soluciona un problema: no tengo que instalar una toma eléctrica cerca de los bidones. Tengo otro depósito en el garaje que recoge agua de otro tejado, y así puedo trasvasar agua de uno a otro según me convenga. 

Qué más puedes necesitar

Además de la bomba y el depósito, es útil contar con:

  • Filtros para canaletas: así evitarás que entren hojas, tierra o residuos orgánicos.
  • Tapa hermética para el depósito: reduce la evaporación y evita que se críen mosquitos.
  • Un sistema de riego por goteo si quieres automatizar aún más el sistema. Pero eso ya será el año que viene.

Regar con agua de lluvia es un gesto sencillo con un gran impacto. Tus plantas lo agradecerán, tu factura también, y estarás dando un paso más hacia una jardinería más consciente y sostenible.
Si tienes dudas, déjalas en comentarios e intentaré responderte lo antes posible. ¡Saludos!

Me encantan los huertos urbanos y cultivar hortalizas en macetas. En 2005 empecé a contar qué tal me iba en las redes y así fué como me convertí en PicaronaBlog.
Imparto talleres de huerto urbano y asesorías, colaboro con empresas de jardinería y medios especializados y he publicado dos libros que te ayudarán a empezar: Huerto urbano (Iceberg Edicions, 2025) y Hortelanos de ciudad (Viena, 2014)

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