El domingo pasado y antes de que arrancara a llover, pasé toda la mañana en el huerto. Últimamente he estado más atareada de lo habitual y lo cierto es que necesitaba un chute hortícola en vena para relajarme y no pensar en nada más que en las plantas y en los semilleros que ya mismo hay que empezar a preparar.
A mediodía tuve visita, y esta vez ¡de categoría! Era Lidia, fotógrafa profesional que se acercó con su peque Bernat a hacer algunas fotos, como las que podéis ver en esta entrada. Se nota que no son mías, ¿verdad? (¡Qué bonitas, gràcies Lidia!)
Hicimos unas cuantas más que podréis ver dentro de muy poquito en una nueva revista que sale al mercado en marzo y que se llama L’Hort. Os hablaré de ella en breve, pero ya os avanzo que se editará solo en catalán (¡lo sientooo!) y que es uno de esos nuevos proyectos en los que me he embarcado últimamente.
Volviendo a los ajos… que me voy por las ramas y estos días me cuesta mucho centrarme. Compré una bolsa en la Fira de la Candelera hace quince días y aún estaban por sembrar. Y como me dijeron que según el calendario lunario, era buen día para raíz, me dije: ¡Pues de hoy no pasa que plante los ajos! Y en eso se me fué un buen rato.
¿Cuándo se plantan los ajos?

En mi caso, y os tengo que ser sincera, los siembro cuando puedo, y no cuando lo dice el calendario. Intento que el cuando puedo sea dentro de los meses que van de diciembre a febrero y con eso quiero aprovechar para responder la consulta que me dejó Jorge en el Calendario de siembra del blog:
Hola, me gusta encontrar tan buena informacion, pero veo que pones la siembra del ajo en Enero, Febrero y Marzo, el refran dice: Ajo que pasa de Enero, ajo que pierde el ajero
Jorge, Madrid
Siempre oi que se siembra en Noviembre y Diciembre, y no se si Octubre
Aclarame porque la diferencia de fechas, soy del norte de Madrid
Efectivamente, Jorge: tienes más razón que un santo. En el calendario pone de enero a marzo y en cambio el refrán se refiere a que los ajos plantados a partir de enero ya no forman bien la cabeza. Mea culpa y error en el calendario. Tengo que modificarlo junto con un marco de plantación que también está mal y que me comunicó una lectora del blog por correo. Avisaré cuando lo publique otra vez.
Peeeeerooooo… el cultivo de ajo en macetas tiene su «pero»

Y su «pero» es que son unos tardones. Los ajos tardan siglos en formarse, concretamente casi ¡ 7 meses! en formar la cabeza. Si se plantan en diciembre hay que esperar a junio para cosecharlos, y por ello (y Uds. me perdonarán), servidora solo siembra ajos para ajetes. Nunca puedo tener tanto tiempo ocupadas las jardineras. Llamadme impaciente, si queréis, pero ya sabéis que los macetohuerteros luchamos siempre contra ese problema que se llama «solo-tengo-dos-macetas-y-hay-que-sacarles-el-máximo-partido». Aunque lo de las dos macetas no sea verdad y tengamos el patio lleno.
Ajo y ajete: la semilla es la misma
Es muy habitual desconocer que los ajetes y los ajos salen de la misma semilla: en este caso, de un diente de ajo. La única diferencia está en la cosecha, más temprana para los ajetes o ajos tiernos y más larga para las cabezas. En mi caso, hago una buena siembra, los pongo bastante más juntos (a unos 2-3 dedos de separación) y en dos-tres meses están listos para hacer unas tortillas fantásticas con ellos. Os cuento algo más en este video que grabé el domingo:
El ajo no quiere otra cosa que poco riego. Y eso, si el invierno y la primavera son lluviosos, se traduce en 0 riego por nuestra parte. Fijaros en el aspecto de las hojas, si las véis tiesas, es que están bien. Aunque os parezca que no los habéis regado en más de un mes.
Ojito pues, a las asociaciones, que pueden querer bastante más agua que estos chicotes tan resistentes. ¡A sembrar ajos, chic@s!