Qué hacer si has plantado las hortalizas demasiado juntas

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Un error muy habitual cuando uno empieza el huerto en una mesa de cultivo se refiere a la separación que hay que dejar entre plantas. Lo más habitual es transplantarlas un poco al «tuntún» y cuando empiezan a crecer es cuando surge la duda: ¿estarán las hortalizas demasiado juntas?

¿Cómo será cada una de las plantas?

Que nadie se moleste si afirmo que cuando empezamos, nos damos cuenta de lo ignorantes que somos. Ignorantes respecto a las hortalizas, a su forma, crecimiento, tamaño y cuidados. El tamaño del plantel siempre nos engaña. No importa que hayamos comprado lechugas, tomates, pimientos y calabacines: todas las plántulas medirán más o menos lo mismo en ese momento, pero cuando las transplantemos, no van a comportarse igual, ni crecerán del mismo modo y ni mucho menos, van a medir lo mismo cuando llegue el momento de la cosecha.

Pongamos un ejemplo fácil: el de las lechugas. Pensemos en cuál es su tamaño cuando las compramos. ¿Qué puede medir una lechuga hermosota? ¿30-40 cms de diámetro, más o menos? En este caso, no hay mucho riesgo de equivocarse, simplemente debemos mentalizarnos de que ese plantel de escasos 10 cms de altura y 4 de ancho, acabará creciendo hasta llegar a ese tamaño. Por tanto, a la hora de situarlo en la mesa o en la maceta, debemos dejar suficiente espacio para permitirle crecer cómodamente (a no ser que queramos cosechar las lechugas por hojas, que es lo más habitual).

¿Y si las hortalizas ya están plantadas y es ahora cuanto vemos que están demasiado juntas?

Mal rollo entonces… más que nada porque ya habrán echado raíces y sacarlas de ahí puede ser problemático e incluso acabar con ellas. Este invierno le ha pasado a mucha gente con las coles, coliflores, brócolis y romanescus. Rápidamente pueden llegar a medir más de 40 cms de diámetro, además de crecer algo en altura según la variedad y acabar creando sombras al resto de hortalizas de la mesa.

Aunque sea una obviedad, lo mejor sería siempre calcular el espacio que necesita cada una de ellas y no transplantarlas sin conocer estos datos. Pero si ya las hemos trasplantado y nos damos cuenta de que no van a tener espacio para crecer, podemos optar por una de estas dos soluciones:

1) Trasplantar las hortalizas que están demasiado juntas

Si tenemos jardineras o macetas libres, podemos intentar transplantarlas calculando que habrán crecido bajo tierra y que por tanto lo mejor es levantar el sustrato con una pala de modo que rompamos el menor número de raíces posible. Clavad una pala verticalmente en el sustrato para facilitar la extracción, y rezad para que puedan enraizar correctamente en su nueva ubicación, porque es probable que no sobrevivan.

2) Sacrificar las plantas sobrantes

Aunque sea duro, a veces lo mejor es simplemente arrancar y eliminar algunas plantas para dejar espacio a las demás. Si están muy juntas, colocad la mano paralela al sustrato para que cuando tiréis de las plantas, las que deben quedarse en la mesa no se os vengan a continuación. Si las raíces se han enredado bajo tierra es probable que así sea. Proceded con suavidad, y si véis que se levantan las plantas adyacentes, no tiréis más de ellas: cortadlas a ras de suelo.

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Este es el dilema que tenían los chicos de Avancar, la empresa de carsharing de Barcelona. Me contactaron para que hiciera un curso en su terraza, donde han instalado una mesa de cultivo y donde ya habían empezado a cultivar algunas hortalizas. ¿Habéis visto la imagen que ilustra la entrada? Pues si os fijáis en las coles/brócolis de la derecha, veréis que estas hortalizas estaban demasiado juntas. Había cinco en cada hilera y habían plantado dos de ellas, con tan solo un palmo de distancia.

El sacrificio parecía la mejor solución y me gustaría saber qué decidieron hacer finalmente. También si las zanahorias que plantaron han germinado ya y si estaban ricas las lechugas. Alucinaron cuando les expliqué que ya se podían cosechar las lechugas por hojas y de hecho tardaron poco en entrar a por un plato para la ensalada del mediodía.

Espero que también hayan optado por reciclar los bidones de la máquina de agua para cultivar tomates. ¡Esa terraza es tan grande y tiene tanto sol que hay que sacarle partido! No veáis qué preciosidad de vistas: a tres o cuatro manzanas de la Sagrada Familia y con el mar de fondo. Ya me contaréis 😉

Por mi parte intentaré grabar un nuevo video entre mañana y pasado para que os resulte más fácil distribuir las hortalizas en una mesa de cultivo. Seguro que os será de ayuda.

¡Saludos!

Me encantan los huertos urbanos y el cultivo de hortalizas en macetas. En 2005 empecé a contar qué tal me iba en las redes y así fué como me convertí en PicaronaBlog.
Imparto talleres de huerto urbano, colaboro en medios especializados y en 2014 publiqué mi primer libro, Hortelanos de ciudad.

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4 respuestas

  1. Eso! Eso!

    Vídeo que lo explique bien, que yo tengo que estrenar mi mesa (que iluuuuu!!) este año estoy haciendo un gráfico y todo y hasta he comprado palitos para identificar los planteles (con lo que yo he sido!)

    1. Jajaja, ¡con lo que tú has sido! Qué bueno, nena! A ver qué tal me sale el video, intentaré montarlo durante el día de hoy

      1. que si, que si, que yo siempre he sido de las de «y esto que leches será?» y tener que esperar a que crezcan los frutos para saberlo 😀

        Que los semilleros los organizo muy bien, pero luego me pongo a trasplantar con el sistema «aquí te pillo, aquí te planto» y así me va… Este año noooo, este año con mapa y planing!!

  2. Hola Ester,
    Gracias por toda la información que compartes,
    Ester donde podría buscar información respecto a las asociaciones de cultivos en mi maceto huerto?
    Saludos desde Terrassa!!

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