Cada cuándo regar el huerto

Una de las dudas más habituales cuando se empieza, es cada cuándo y cuánto debemos regar las hortalizas de nuestros huertos urbanos.
Y la respuesta es fácil: cada vez que lo necesite.

Sí, ya sé que da mucha rabia una respuesta como esta. Es como cuando en una receta de cocina te dice: “poner tanta harina como acepte la masa”. Te quedas con cara de tonto y te preguntas: “Si, si, ¿pero eso son 100 gramos o 10 kg???”

En el huerto debemos aprender a identificar varias cosas, y una de ellas la periodicidad en la que nuestras plantas necesitan agua.

Cómo regar cuando las plantas están en los semilleros

Un riego ligero y diario es más que suficiente. Suelo utilizar un pulverizador para este fin, porque me permite empapapar la tierra ligeramente y sin que el peso del agua hunda más las semillas.

La periodicidad puede variar y depende de varios factores, especialmente la capacidad de retención de agua que tenga el sustrato de los semilleros y el tamaño de la planta. Una planta ya germinada y que está creciendo, necesitará más agua que una semilla que «está en ello».

Cómo regar al realizar el trasplante

Justo después de trasplantar, debemos regar generosamente la base del cepellón y alrededor del mismo. Ello permite que el cepellón entre totalmente en contacto con la tierra que hemos añadido alrededor y eliminará bolsas de aire.

De hecho, en el caso de las tomateras se recomienda que este riego sea muy generoso (pero mucho, mucho), para no volver a regarlas hasta al cabo de unos cuantos días. Esto provoca que las raíces empiecen a crecer, a «espabilarse» en busca de agua, algo que siempre acaba fortaleciendo a la planta.

Cómo regar las hortalizas que cultivamos en macetas

Pero claro: al cultivar en macetas, la evaporación es mayor a la que sufre la tierra del suelo, por lo que hay que estar muy pendiente del aspecto general de la planta, que nos indicará su falta de agua poniéndose mustia.

Cuando las pasamos a las macetas es cuando es ideal tener el riego gota a gota instalado. Yo utilizo unos goteros regulables, y así cada planta recibe el agua que le corresponde. Es mejor utilizar macetas de plástico porque se evapora menos el agua y si se puede poner algun tipo de acolchado para evitar la evaporación, mejor que mejor.
Debemos tener en cuenta también que si regamos por la noche o temprano por la mañana, el agua no se evapora tanto como a mediodía.

En un libro de jardinería que tenemos en casa leí un consejo sobre el riego que intento aplicar siempre porque me parece muy razonable: a veces, vale la pena hacer pasar un poco de sed a las plantas para aprender cada cuánto debemos regarlas. Me explico:

Es normal que a mediodía las hojas se vean caídas. Pero si por la tarde cuando baja el sol vuelven a ponerse tiesas, quizá es el sol quien las castiga y no la falta de agua.
Si por la tarde siguen lacias, es seguro que le faltaba agua y por tanto deberíamos haberlas regado.
Pero si no era necesario y la hemos regado, podemos estar favoreciendo la aparición de hongos o la prodredumbre de las raíces…

Y es que debemos tener en cuenta que tanto la falta como el exceso de agua puede ser perjudicial. Debemos aprender a identificar los síntomas para no equivocarnos:

Síntomas de falta de riego y cómo solucionarlo

• Marchitamiento de la planta, que puede ser temporal (si volvemos a regarla) o permanente, pudiendo llegar a matarla
• Crecimiento lento, poca floración.

Soluciónalo utilizando un sustrato con una gran capacidad de retención de agua, como puede ser la fibra de coco. Usa un acolchado para evitar pérdidas por evaporación, evita el exceso de insolación y riega de manera gradual y constante para que no le falte agua.

Síntomas de exceso de riego y cómo solucionarlo

• Asfixia de las raíces por falta de aireación
• Pudrición de las raíces
• Clorosis en las hojas (se detecta porque se ponen amarillas, especialmente en los nervios)
• Aspecto marchito en las hojas. Pueden aparecer hongos.
• Rajado de frutos (algo que ocurre en los tomates cuando después de pasar sed, regamos generosamente).

Intenta regular el riego y utilizar un sustrato que drene bien.