Septiembre es un buen mes para buscar un momento de relax en el huerto, sentarse, observarlo y hacer una valoración de cómo ha ido la temporada de verano. Es algo que hago en un pequeño diario en el que al principio lo apuntaba casi todo y en el que cada vez escribo menos. Definitivamente, estoy perdiendo las buenas costumbres.
Es útil tener un lugar donde anotar estas cosas. Con los años, revisas lo que has ido haciendo, los problemas con los que te encontraste, la distribución que le diste a las plantas, qué tal fué la cosecha… Revisando las primeras páginas me doy cuenta de muchos de los errores que cometí, pero eso ya sería tema para otro artículo, que anoto en pendientes.
Las hortalizas cultivadas en el macetohuerto este verano
Ya os he contado en alguna ocasión que soy una hortelana atípica, de las que no sufre demasiado si las tomateras tienen problemas, pero que perdería la cabeza si algo le pasara a mis pimientos. Cada uno cultiva aquello que le gusta más, y creo que eso es algo a tener en cuenta si habéis empezado esta año y os ha sorprendido la productividad y las posibilidades de alguna hortaliza en particular.
En general, y creo que coincido con muchos amigos hortelanos, este verano ha sido atípico. Estábamos en Junio y aún hacía frío, la primavera fue muy lluviosa y en mi caso aguanté el plantel en macetas de tamaño intermedio a la espera de pasarlas al huerto. Recordaba el verano del 2008 como muy similar climatológicamente hablando, y en el que tuve muchos problemas de hongos por un lado y de tomateras altísimas por falta de sol por el otro.
No sé si hice bien o mal, pero por lo menos me evité los hongos aplicando cola de caballo con regularidad y cuando transplanté todo a su ubicación definitiva no tuve otro problema que la tardanza de las plantas en empezar a crecer. Creo que no fué hasta primeros de Julio cuando empezaron a dar el estirón y a aparecer las primeras flores, lo que sin duda es muchísimo más tarde de lo habitual.

Ya hace algunos años que voy sobre seguro por lo que se refiere a la elección de las hortalizas que cultivo en el macetohuerto. Busco siempre variedades que sean productivas y poco problemáticas en cuanto a plagas, y el hecho de guardar mis propias semillas me asegura que de algun modo, esas variedades se van aclimatando al cultivo en contenedores.
Este verano contaba con tres enormes macetones que en su momento habían contenido un naranjo, un limonero y un kumqat. Los tres cítricos sufrieron diversas plagas el año pasado y esta primavera decidí deshacerme de ellos para poder aprovechar las macetas para otros cultivos. Están situadas en las esquinas de la terraza del macetohuerto okupa, y su capacidad aproximada es de unos 40 litros, lo que las convertía en candidatas ideales para sembrar en ellas algunas hortalizas de porte grande.
Una de esas hortalizas a la que le tenía muchas ganas, es la luffa. Sabía que iba a ser difícil conseguirlas en maceta porque es de la familia de las cucurbitáceas y necesita mucho volumen para crecer correctamente. Para aquellos que no la conocéis, veamos qué dice la Wiki sobre ella:
Luffa es un género con 7 especies de plantas con flores perteneciente a la familia Cucurbitaceae. Las plantas y sobre todo sus frutos son conocidos como estropajos o esponjas vegetales. Es el único género de la subtribu Luffinae.
El nombre del género deriva del árabe Lufah, لوف. Son plantas trepadoras tropicales y subtropicales. El fruto de al menos dos especies, Luffa acutangula y Luffa aegyptiaca, se cultiva para ser cosechados y se come como un vegetal, es popular en Asia y África. Su popularidad nace desde que se la comenzó a utilizar para la elaboración de esponjas exfoliantes, pues son de alta calidad y brindan muy buenos resultados dermatológicos.
Página de la Wikipedia sobre la Luffa
La luffa era una candidata ideal para uno de los macetones que no me ha defraudado en absoluto, al contrario: ¡demostró ser una superviviente! Empezó a crecer rápidamente y a enredarse en todo lo que estaba a su alcance, hasta que un día caluroso de julio, subo a verla y la encuentro hecha un ovillo encima de la maceta. ¡Mi luffa! Mi madre, que no la conocía sólo vió que se estaba enredando en la barandilla, que se acercaba peligrosamente a su jazmín y que ya había alcanzado la barandilla de la vecina, por lo que tiró de ella y suerte tuve de que no llegó a cometer un lufficidio arrancándola y tirándola.
La desenredé lo mejor que pude y recé por su supervivencia, ya que la pobre estaba muy deshidratada y con muchas hojas rotas. Pero tiró adelante y la prueba es la foto que acompaña el texto donde se muestra el tamaño de uno de sus tres frutos, que a mi parecer son de un tamaño más que aceptable. Como véis, su aspecto es similar al de un calabacín gordito, y en estos momentos sigue en la mata, secándose, como paso previo a su uso como esponja. Ya haré un video para que veáis su interior, pues no deja de ser curioso.
El resto de hortalizas han crecido de manera irregular. Las distintas variedades de pimientos se han desarrollado bien y han producido bastante como para poder preparar conservas con ellos. Cometí un error de principiante con los pimientos de padrón, y es que sólo planté dos matas, lo que dificulta sobremanera cosechar suficientes como para preparar un platito para dos. Intentaré que no vuelva a pasar.
A los tomates (como cada año), hay que darles de comer aparte. Tardan horrores en madurar pero este año he conseguido mantener bastante a raya a mi amiga, la araña roja. Quizá he estado más pendiente de darles más humedad ambiental, quizá también ha ayudado la aplicación de un preparado vegetal fortificante, no sé. ¡El caso es que me he librado!
Por contra, he tenido que dar la bienvenida a la tuta absoluta, que se presentó un buen día pero que curiosamente sólo atacó a dos matas de las casi 20 tomateras del maceto. Apliqué algo de bacillus thuringiensis y aparte de unos 10 o 12 cherrys con inquilino en su interior, parece que la cosa no pasó a más. Tenerla en casa me ha ayudado a reconocer su presencia, y habrá que ser precavido el próximo año para que la cosa no llegue a más.

Lo mejor del huerto este verano, es la ayudanta que me he buscado. ¿Qué os parece? Al principio le costaba reconocer los tomates verdes de los maduros, pero poco a poco ha aprendido que antes de arrancar, tiene que preguntar si puede hacerlo. ¡Qué rica! Me ayuda a regar con su regadera vacía con la que hacemos “psssst” sobre todas las plantas tantas veces como quiera y seguro que disfrutará como una enana con las fresas que le va a plantar su tía.
Por lo pronto nos ha salido fina, nada de tocar tierra ni arena, se mira la mano, pone cara de asco y te la acerca para que se la limpies. Habrá que darle tiempo…
Y mañana… ¡entrevista en Vida Verde, de RNE!
Hace algunos días recibí un correo de Pilar Sampietro, del programa Vida Verde que se emite en Radio Exterior de España. Se emitirá mañana sábado a las 11:00 am y bueno, lo curioso del tema es que habrá que escucharlo por Internet desde España, ya que la emision es directa para el canal internacional.
Ya os contaré, ¡saludos!
2 comentarios
Hola Picarona! me parece genial tu blog!! buscando solución a una oruga en mis tomateras llegué hasta tí y no pienso irme !!jaaja. Como ya encontré la solución a la maldita oruga que de devoró dos tomates!!! Ahora, viendo la foto de tu cesta de hortalizas, veo por ahí unos pimientos amarillos alargados!!! Dónde has conseguido esas semillas o como se llaman para poder comprarlas? soy argentina y vivo en Granollers hace años y nunca consigo esos pimientos que son nuestra pasión para hacerlos encurtidos en vinagre!!!!! Desde ya te agradezco tu respuesta!: Un saludo!!!!
Hola Leandra, y gracias por tu visita!
Esa variedad de pimientos amarillos tiene varios nombres. El más habitual es «bitxo de Girona» y aunque por su nombre podríamos pensar lo contrario, no tiene nada de picante. También he visto que les llaman «grocs d’Olot» o «blanc de Berga».
Te dejo un enlace donde puedes adquirir semillas, ¡suerte!
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