No acostumbro a hablar de mi trabajo en el blog, así que dejémoslo en que soy comercial y en que por motivos laborables estuve en Alimentaria 2010.
Toda la semana.
Como profesional del sector, debo reconocer que Alimentaria es la feria ideal y perfecta para hacer contactos nuevos y saludar a los ya conocidos. En ocasiones es el punto de encuentro con gente a la que ya conoces pero con la que no has tenido ocasión de hablar cara a cara, y es que hacer negocios a través de Internet es algo normal y habitual en este mundo en el que vivimos.
Pero luego está la persona, y ahí es donde empieza mi manera de pensar, mi manera de ver las cosas y las sensaciones que me llevé de la feria.
Como cocinera aficionada y amante del buen comer, me sentí como Charlie entrando en la fábrica de chocolate. Todo, todito, todo, estaba allí: quesos, jamones, vinos, refrescos, carnes, cervezas… Stands gigantes de las grandes multinacionales, otros más modestos de empresas pequeñas. Presentaciones de grandes cocineros a las que no pude asistir por incompatibilidad horaria y muchas cosas por probar, gratuitamente.
Ha sido enriquecedor poder entrar en contacto con un mundo que a veces te sorprende y otras te decepciona (como por ejemplo cuando ves empresas que venden ya hechas muchas salsas que tú creías que elaboraban directamente en el restaurante de turno).
El reciclaje y el consumo responsable en Alimentaria
Como amante del reciclaje y del consumo responsable… esa es otra historia. Bolsas y bolsas de plástico, propaganda y catálogos que van a la basura, montones de vasitos y servilletas mezcladas en los contenedores. Y sobretodo, la duda de si ALGUIEN se va a dedicar a separar esos residuos.
Me pareció ver en alguna papelera un pequeño texto conforme los residuos se trataban a posteriori, pero solo me lo pareció.
Si realmente en Fira de Barcelona trabajan así, les felicito. No tanto a los de la empresa de reciclaje porque desde luego van a tener trabajo, todo iba mezclado y aparte de unas chicas que pasaban con unos carritos recogiendo el vidrio, no ví más separación de residuos.
Tenía mucho interés en visitar el salón de productos ecológicos. Entrar ahí ya era otra cosa.
Desde la iluminación de los stands hasta el que te facilitaran la información en formato CD o en papel reciclado, ahí ya se veía otro ambiente. De hecho, había hasta pocos visitantes, y quizá por ello encontrabas algunas empresas que en lugar de estar en el salón de Alimentación Ecológica preferían estar en el que correspondía a su actividad propiamente dicha.
Hice algunos contactos muy interesantes a nivel profesional, esperemos que fructifiquen porque es un mundo en el que por principios, me siento más cómoda. Lástima que en la mayoría de los casos son pequeños productores, pequeñas bodegas, agricultores, panaderos,queseros, almazaras y bodegas cuya guerra contra la gran distribución está perdida de antemano.
Afortunadamente esto va a tener que cambiar. No sé si lo veremos nosotros o nuestros niet@s o bisniet@s. Pero va a tener que cambiar, sí o sí.
Para acabar, y como mujer, deciros que algunas de las grandes marcas siguen tirando de azafatas/modelos medio desnudas para vender sus productos. Y que sus stands llamaban la atención, desde luego.
Qué triste…
Este fin de semana me lo voy a pasar tirada en el sofá. Literalmente. Hasta el lunes!