De lechugas, polvo blanco y un pulgón

Oh sorpresa! Esta mañana antes de irme a trabajar, salgo al balcón para regar y veo que mis lechugas recién transplantadas (las que salen en este video), están cubiertas de polvo blanco. Se trata de oídio, un hongo.

Bastante mosqueada he decidido no regar más de momento, y he optado por eliminar las hojas más afectadas, y rezar para que no se extienda más. He tenido que irme corriendo y ya en el tren le he estado dando vueltas a qué es lo que lo ha podido ocasionar. No las he regado más de la cuenta, nunca mojo las hojas si puedo evitarlo. ¿Qué será? Juro que no me había pasado nunca en las lechugas, si en los calabacines, pero en las lechugas… ¿cuándo?

El oidio es un hongo parásito que está en la membrana pluricelular en la monofotosíntesis de los organelos de la células muertas de una planta como lo es la desinfección de los dióxidos de carbonos en la familia de las erisifáceas, que ataca las partes aéreas de las plantas. El más conocido es el de la vid, provocado por la especie Uncinula necator.

Su principal síntoma es el hecho de que las hojas se cubren, principalmente en la parte axial, con una capa algodonosa de micelio grisblancuzco a blanco en forma de estrella. En un ataque fuerte las hojas se ponen amarillas y posteriormente se secan.
Fuente: Wikipedia

A priori no había hecho nada mal pero… me faltaba algo: preguntarle a mi marido si las había regado él también. Respuesta afirmativa y por tanto, doble riego que en estos momentos es demasiado para lo pequeños que están los plantones.

Mañana le aplicaré cola de caballo a ver qué tal le va, porque los hongos son de lo más chungo que te puede aparecer en el macetohuerto, grrrrr.