Cómo plantar lechuga en casa

La lechuga es una de las hortalizas más fáciles de cultivar en casa: crece rápido y necesita muy poco espacio por lo que se adapta muy bien a macetas y jardineras. Puedes plantar lechuga durante todo el año, cosechar las hojas que necesitas para tu ensalada y escalonar las siembras para que no falten nunca en tu cocina. 

¿Qué necesitas saber para plantar lechuga?

• Época de cultivo: todo el año
• Siembra: 0,5 cm de profundidad
• Tamaño de maceta por planta: 3 litros
• Ubicación: a pleno sol en primavera, otoño e invierno. En verano, agradecen ubicaciones a la sombra
• Riego: mantener el sustrato húmedo
• Abono: poco exigente
• Cosecha: 12 semanas desde de la siembra

Cómo sembrar semillas de lechuga

Las semillas de lechuga son muy pequeñas y germinan rápidamente: tardarán entre 4 y 10 días. Al ser tan pequeñas, no debes cubrirlas apenas con tierra, apenas medio centímetro. Si las entierras más, es posible que germinen pero no tengan suficiente energía para alcanzar el exterior. Pensarás que están caducadas, o lo peor: te sentirás decepcionado y frustrado. Tienes un artículo completito sobre cómo germinar semillas en el blog

Si es tu primer año, compra plantel. Te ahorrará casi un mes de trabajo diario entre riego y control de las plántulas recién germinadas. Pero el plantel tiene un inconveniente: la oferta de variedades de lechuga es más limitada, ya que habitualmente solo encontrarás lechuga romana (la alargada de toda la vida), hoja de roble y maravilla, y más ocasionalmente cogollos, alguna batavia o trocadero.

Si la oferta te convence, no hay más que hablar. Compra el plantel que necesites para plantar tus lechugas y ¡empieza a cultivar!

Cómo plantar lechuga en macetas: guía completa

El marco de plantación de las lechugas en un huerto en el suelo es de 40 cm entre líneas y 30 cm entre plantas. En macetas, vamos a jugar bastante con estas medidas, porque en casa no hace falta que esperes a que crezcan para empezar a consumirlas.

Puedes cosechar lechugas por hojas para preparar tus buenas ensaladas. Corta las hojas más antiguas, que serán siempre las que están más cerca del sustrato y además, son las más grandes. Respeta el cogollo central: si lo cortas, ahí sí que podrías estar “matando” a tu planta antes de hora.
De este modo, siempre tendrás ensaladas variadas y las plantas seguirán creciendo y dando hojas nuevas hasta que les llegue el momento de florecer para dar semilla.

Sustrato

No estamos cultivando en el suelo y ahí jugamos con ventaja: a la lechuga le gusta la tierra esponjosa, y cualquier sustrato para huerto urbano lo es. La mezcla básica de fibra de coco y humus de lombriz es ideal, aunque también puedes reutilizar y mejorar sustratos añadiendo una buena cantidad de abono y algo de perlita para que quede más suelto. 

Si vas a utilizar siempre el mismo contenedor para plantar lechugas, recuerda remover la tierra de vez en cuando con las manos o con alguna herramienta para descompactarla: tus lechugas lo agradecerán.

Tamaño de maceta necesario para plantar lechuga

La lechuga se adapta bien a macetas pequeñas, jardineras, mesas de cultivo, garrafas de plástico… Cualquier cosa puede servir. Si vas a usar jardineras, planta una lechuga cada 15 o 20 cm: crecerán sin problemas, aunque puedes juntarlas un poco más con una distribución al tresbolillo o en zigzag. Como las cosecharás por hojas, nunca se verán tan pobladas como las de la verdulería y por tanto, las hojas no se van a llegar a tocar entre una planta y la otra.

Las macetas individuales para plantar lechugas deberían tener un volumen de 3 litros como mínimo, y no tienen porqué ser muy profundas. Las raíces de la lechuga no lo necesitan. El sistema SQF (Square foot gardening o huerto en 1 m²) recomienda plantar 6 lechugas por cuadrado.

Luz y ubicación

A las lechugas les gusta el sol directo excepto en pleno verano. Son plantas que se deshidratan rápidamente y el sol intenso y la sequedad provoca que suban a flor prematuramente, así que puedes jugar con su ubicación en función de la época del año. 

En general, las hortalizas de hoja pueden adaptarse a balcones sombríos o con pocas horas de sol. Si tienes que priorizar la colocación de otras plantas (por su tamaño, o porque necesitan sol directo), no te preocupes mucho por las lechugas: no solo caben en cualquier rincón, sino que pueden compartir maceta con otras plantas.

Cómo trasplantar lechuga paso a paso

1. Forma un agujero en el sustrato usando las manos e introduce el cepellónen su interior.
2. Acompaña la tierra a su alrededor, compactando ligeramente y riega a continuación.
   Lo más importante del trasplante de las lechugas es dejar el cepellón a ras de tierra o ligeramente por encima. Si observas detenidamente el plantel, verás que en la base hay un punto en el que se unen todas todas las hojas: ese punto recibe el nombre de “cuello”, y puede pudrirse en situaciones de exceso de humedad. 
3. Añade un material de acolchado alrededor de las plantas: en invierno calentará la tierra y en verano evitará la evaporación.
4. Es normal que después del trasplante se sequen algunas de las hojas exteriores y se mueran. Córtalas y no te preocupes: si las del centro están bien, seguirá creciendo sin problemas.

Te recomiendo plantar 3 o 4 lechugas cada 15 días para tener siempre algunas pequeñas, que irán creciendo, y otras grandes, cuyas hojas podrás ir consumiendo. De ese modo obtendrás un resultado escalonado y siempre tendrás lechugas caseras en tu cocina.
La lechuga es uno de los pocos cultivos con los que puedes llegar a ser autosuficiente incluso con poco espacio.

Consejo: No es necesario que formes caballones (montículos) en las jardineras o en las mesas de cultivo para plantar tus lechugas. Es una práctica que suele utilizarse en los huertos en el suelo que se riegan por inundación: mantiene las hojas lejos de la humedad, evitando que se pudran o que aparezcan hongos.

Cómo cuidar las plantas de lechuga

La lechuga es una planta que va formando hojas nuevas desde el centro de la roseta. Crecen hacia el exterior, desplazadas por las que siguen formándose en el medio. Algunas variedades de lechuga se acogollan (se cierran) de forma natural, y no es necesario hacer absolutamente nada. Otras, como la lechuga romana, hay que atarlas para que las hojas centrales crezcan blancas y tiernas. Puedes utilizar una goma elástica o un cordel, atándolas cuando sean la mitad de grandes que las que se encuentran en las tiendas.

¿Cada cuándo hay que regar las lechugas?

A las lechugas les gusta mucho el agua, pero la cantidad y periodicidad de riego variará dependiendo de si es verano o invierno, o del tamaño de la planta. Para que me entiendas: cuando acabas de trasplantar, no es necesario regar de manera que todo el sustrato de la maceta quede húmedo: la raíz es pequeña y lo sabes perfectamente porque acabas de tenerla en tus manos.
Pero conforme vaya creciendo, cada vez necesitará más cantidad de agua, y es que la lechuga tiene un sistema radicular más bien pequeño para la cantidad de hojas que puede llegar a formar.

Evita que la tierra se seque completamente entre riegos, aunque evidentemente, el calor y el tamaño de la maceta influye en lo rápido que puede llegar a secarse el sustrato. En verano suelo regarlas a diario, especialmente las que están plantadas en jardineras de poca profundidad. En otoño e invierno, puedes tirarte hasta una semana sin tener que regar.
Evita mojar las hojas o que se acumule agua en el centro. Eso ya les pasará el día que llueva, pero no lo hagas por costumbre o podrían aparecer hongos.

Consejo: Observa las hojas cuando acabes de regar: su turgencia cuando están bien hidratadas te servirá de indicador para saber cuándo vuelven a necesitar que las riegues. Las lechugas son bastante “drama-queen” y cuando las hojas están deshidratadas, se ven flácidas.
El aspecto de las puntas de las hojas también es un buen indicador: si ves que se secan, es probable que necesiten más cantidad de agua.

Abono y fertilizantes

No me parece que la lechuga sea una planta muy exigente en nutrientes pero eso no significa que no sea necesario abonar regularmente entre cultivos. Si empiezas ahora tu huerto urbano, no tienes que añadir nada hasta que arranques las plantas: en un sustrato nuevo encontrarán sin problemas todos los nutrientes que necesitan.

Solo tendrás que añadir abono si reutilizas ese mismo sustrato para plantar una nueva tanda. Añade un puñado de humus de lombriz sobre el sustrato o en el fondo del agujero que formarás para trasplantar una nueva lechuga. 

Sí que hay una circunstancia muy concreta que puede arrastrar y llevarse nutrientes del suelo: las lluvias continuadas que suelen darse en primavera y otoño. En esos casos, un puñadito extra de humus o un riego con fertilizante líquido les vendrá muy bien. 

¿Cuándo se puede cosechar la lechuga?

Ya te he contado antes que puedes ir cosechando las lechugas por hojas de manera continuada hasta que a la planta le dé por florecer. Evidentemente, también puedes optar por no tocarlas y esperar a que alcancen el tamaño que más o menos te encuentras en la verdulería. 
Cuando cortes la base o las hojas de la lechuga, verás que del corte aparece un látex blanco y ligeramente viscoso. El nombre científico de la lechuga es Lactuca sativa, y ese lactuca hace referencia precisamente a esa sustancia lechosa. Es normal, y puedes consumirlas con total tranquilidad.

Consejo: Si tienes muchas semillas que se te van a caducar, prueba a hacer una siembra directa para cosechar hojas muy pequeñas.
De hecho, eso mismo es lo que contienen las bolsas de mezcla o brotes tiernos que venden en cualquier supermercado. Córtalas con unas tijeras para no tener que limpiar las raíces de sustrato.

El espigado de la lechuga

En uno de mis primeros talleres, una chica me preguntó: «¿Y ese Alien que le ha salido a mi lechuga?». Me pareció una idea buenísima llamar así al inicio del proceso de espigado o subida a flor de las lechugas, porque resulta muy visual.

Decimos que una lechuga se ha espigado o se ha subido cuando presenta un crecimiento similar al de la foto (ese concretamente, es un cogollo de Tudela). Las hojas se vuelven más amargas cuando se sube y por eso hay que estar atento y cosechar la lechuga antes de que empiece su floración.

Algo que siempre sorprende es ver cómo aparecen las flores (y en consecuencia, las semillas) en todas aquellas hortalizas en las que no solemos ver el final del ciclo. En el caso de las lechugas, recuerdo la primera vez como algo espectacular, ya que entonces no llevábamos una cámara en el bosillo como ahora y aunque te lo explicacaran, tenías que verlo en persona.

Cómo guardar semillas de lechuga

Llegará un momento en que la parte central de la planta empezará a crecer desde el centro hacia arriba: se está preparando para florecer. A partir de ese momento puedes hacer dos cosas: dejar que la lechuga siga su proceso para que florezca y dé semillas, o puedes cortarla para consumir si no amarguea.  

Pero ni que sea por una vez, deja que la lechuga se espigue para ver todo el proceso, ¡es maravilloso! Al final de ese crecimiento vertical, aparecerán un montón de flores amarillas que una vez secas, se abrirán para expulsar montones de semillas acompañadas de una pelusilla a modo de paracaídas.

Cuando veas que las semillas están a punto de abrirse, corta la rama que sujeta las flores y cuélgala boca abajo dentro de una bolsa de papel (recicla las de la panadería, son perfectas). Así cuando las flores se abran, las semillas caerán dentro de la bolsa y podrás recuperarlas todas.
Deja que se sequen bien antes de guardarlas, y ya tendrás tus propias semillas para plantar lechuga siempre que quieras.

Plagas y problemas habituales en el cultivo de lechugas

Las lechugas no acostumbran a sufrir plagas importantes, por lo menos en mi caso. No utilizo ningún mejunje preventivo ni curativo, por lo que del huerto van directas al plato después de lavarlas.

Pero como todas las plantas, pueden sufrir plagas de pulgón, thrips, mosca blanca y minadores de hoja. Son muy apetecibles para los pájaros, caracoles y babosas. 

No te agobies con los problemas que no tienen porqué aparecer: ya le pondrás remedio si llegan y si realmente son un problema. Tener algunas hojas mordisqueadas por los pájaros a finales de invierno, es hasta cierto punto, algo normal.

Mi experiencia cultivando lechuga en macetas

Las lechugas son una hortaliza fija en mi macetohuerto con una única excepción: los meses más cálidos del verano. Tengo poco espacio para darles sombra durante ese tiempo, y el poco que tengo prefiero utilizarlo para otras plantas.

Suelo plantar lechuga en la mesa de cultivo, eligiendo variedades distintas y reponiendo las plantas conforme se consumen. De este modo, siempre las hay listas para cosechar y otras recién trasplantadas. En verano, la mesa queda a pleno sol y las lechugas suben a flor enseguida. Prefiero utilizarla para probar otros cultivos durante esos meses.
Así puedo ver qué tal se desarrollan o se asocian entre ellos para aconsejaros mejor en mis talleres.

Consejo: las lechugas son las reinas de las hortalizas “comodín”, porque pueden crecer bien en cualquier hueco que tengas o al lado de otras hortalizas de ciclo más largo. Pongamos, por ejemplo, una maceta en la que vas a plantar una tomatera. Cuando la tomatera empiece a dar flores, ya te habrás comido la lechuga, por lo que es una manera fantástica de optimizar el espacio en el huerto.

Qué variedad de lechuga plantar en cada época del año

Para acabar, déjame contarte algo sobre las variedades de lechuga que no se refiere a las que te gustan más para comer, sino a la resistencia de la planta al frío y al calor. La lechuga es una planta que resiste temperaturas que van desde los -6ºC hasta los 30ºC y por eso se suele generalizar diciendo que podemos cultivarla durante todo el año. 

Pero las temperaturas influyen, y mucho, en su crecimiento. Me explico: las altas temperaturas del verano, provocan que el ciclo de la planta se acelere y suba a flor para dar semillas mucho más rápido que en otras estaciones del año. Por otro lado, en zonas con inviernos muy fríos, la planta no muere hasta llegar a los -6ºC, pero eso no significa que siga creciendo como si nada a temperaturas cercanas a los 0ºC. Su crecimiento se ralentiza y tarda un poco más que durante el otoño o la primavera. 

Dicho esto: si optas por plantar lechuga desde semilla, sería conveniente elegir variedades que se adapten bien no solo a la época del año sino también a la climatología propia de tu zona. Revisa la información que aparece en los sobres o déjate guiar por las plántulas que tienen en tu garden o vivero: raramente intentarán venderte una variedad que no vaya a darse bien en ese momento.

¿Dónde encontrar semillas de lechuga de variedades locales?

Si no aparece tu Comunidad, es porque no he podido encontrar referencias a variedades locales de lechuga en la web de su Red de Semillas. Eso no significa que no las haya: no todas tienen listados de variedades.

• Andalucía: Lechuga oreja de burro de Chiclana, lechuga romanilla oreja de burro aceitosa del terreno de Algodonales, maravilla de verano de la Reverde, lechuga olivera de Sanlúcar la Mayor, punta de flecha roja de la Serranía de Ronda, lechuga roja cochinera de Ronda, oreja de mulo de la Huerta de Chindo de Lebrija, lechuga romanilla de Roque de Alozaina (en la Red Andaluza de Semillas)
• Aragón: Lechuga negra de Calaceite, moreneta de Ontiñena, morada de Belchite, lechuga el volador de Maella, morada de Alcorisa (Proyecto Simién d’o lugar, de la Red de Semillas de Aragón y Biblioteca de semillas CDAMAZ en Zaragoza)
• Baleares: Enciam d’hivern d’Inca, enciam orella d’ase, enciam negre, enciam revull blanc (en la Associació de Varietats Locals de Mallorca)
• Canarias: lechuga negra palmera (en la Red Canaria de Semillas)
• Cataluña: Enciam escaroler, cua d’oreneta, enciam de cassoleta, llengua de bou, carxofet o escarxofet, maimó, dels tres ulls, romà del Prat, llarg de Serinyà, enciam del sucre, enciam vermell de Tremp, enciam d’hivern de Tírvia, (a Les Refardes, L’Era i Eixarcolant).
• Comunidad de Madrid: lechuga Moronda, lechuga Moruna, Rizada de El Paular, Lisa roja, punta de lanza, radicheta, rizada San Antonio, acogollada Pinilla, negra de Rascafría, lechuga de tallo (en La Troje)
• Principado de Asturias: lechuga de Fitoria, lechuga «invierno astur» (en Biltar)
• Región de Murcia: lechuga alicantina, blanca de verano, lechuga romana alta y corta, lechuga sebosa (en la Red Murciana de Semillas)
• Valencia: Encisam de Morella, encisam maravilla d’espadà (en Llavors d’Ací)

Dudas frecuentes sobre el cultivo de lechuga

¿Te ha quedado con alguna duda sobre cómo plantar lechuga en tu huerto urbano? Déjame un comentario e intentaré añadirla al texto. ¡Saludos!